Si abres una sandía y ves que tiene grietas, no la comas, tírala inmediatamente. FALSO
Llega el calor y una de las frutas que se convierten en indispensables en nuestras mesas es la sandía. Es una fruta originaria de Äfrica, pero su cultivo se extiende por todo el mundo. Es una fuente excelente de antioxidantes, de vitamina C, minerales, hidratos de carbono etc. Su composición a base de L-citrulina nos ayuda a relajar los vasos capilares y esto es muy positivo para la hipertensión.
Hace varios años se empezó a difundir el siguiente bulo:" Si abres una sandía y ves que tiene grietas, no la comas, tírala inmediatamente".
La explicación que dan es que una sandía que se agrieta en su interior es porque los agricultores utilizan el forclorfenurón, pulverizando esta sustancia sobre las sandías para acelerar su crecimiento. Aseguran que el forclorfenurón es un químico altamente peligroso para la salud que puede causar trastornos neurológicos y cánceres. Esto no es cierto ya que el forclorfenurón no produce cáncer, esta información está en la base de datos de PAN (Pesticide Action Network, una coalición internacional de control de pesticidas y que aglutina información de diferentes bases de datos de tóxicos.
Según los expertos cultivadores de sandías las grietas se producen por exceso de agua durante el engorde, por sobremaduración, cuaje insuficiente o por otras causas durante en crecimiento que nada tienen que ver con el uso de forclorfenurón que está prohibido su uso en Europa, solo se permite para el cultivo de kiwi.
El origen de esta noticia está en una publicación que hizo la BBC en el año 2011.
Lo que ocurrió es que unos 20 agricultores perdieron sus cosechas de sandías porque estas empezaron a explotar una a una. En la TV central de China dijeron que la causa era el uso excesivo de químicos para el crecimiento. Pero los expertos en agricultura no pudieron explicar por qué los melones libres de sustancias químicas explotaban. Citaron el tiempo y el tamaño anormal del melón como factores causantes. De los 20 agricultores solo uno utilizó un día antes el forclorfenurón.
Ahora ya sabes que si abres una sandía y ves que tiene grietas no la tires, disfruta comiéndotela porque no tiene ninguna toxicidad relacionada con el forclorfenurón.
FUENTES:
-http://verne.elpais.com/verne/2017/06/23/articulo/1498212528_448293.html?id_externo_rsoc=FB_CM_Verne
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